viernes, 30 de diciembre de 2011

Mis deseos para el año nuevo


Juan Belmonte

Llevo tiempo sin escribir aquí. Es algo que me suele pasar cuando en mi vida suceden muchas cosas, me cuesta rascar un minuto para reflexionar.
Pero no quería despedirme de este 2011 sin comentar brevemente todo lo que me ha sucedido este año.

jueves, 6 de octubre de 2011

Tarta de Almendra

Mi primer cumpleaños
A petición popular, os paso mi receta para la tarta de almendra. Es una receta familiar que les debo agradecer a mi tía María, mi abuela Carmen (allá donde estén, seguro que siguen quedando para ir al horno a hacer pasteles), y a mi madre.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Los Ausentes


Hace poco fue mi cumpleaños y, aunque esta vez no me supuso problema cumplir los años que cumplí, estuve dándole vueltas pensando en todo y todos a los que muchas veces sin querer y, otras queriendo, para qué nos vamos a engañar, vamos dejando atrás.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Fantasías


El problema de las fantasías es que, en la mayoría de los casos, cuando se hacen realidad resultan decepcionantes.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Los Asuntos Pendientes


Un destacado doctor ha declarado recientemente que el secreto de la felicidad consiste en no dejar ningún asunto pendiente.
Yo me voy a poner a redactar hoy mismo una lista, no sea que esto también se me quede por hacer y acabe siendo infeliz por falta de planificación.

martes, 20 de septiembre de 2011

El Rencor


El otro día leí no se donde que un famoso escritor español dijo hace muchos años que en España no se podía alcanzar ningún tipo de excelencia sin quedar tocado por “el rencor”.

viernes, 1 de julio de 2011

Reconectar


Hoy me apetece compartir con vosotros una breve reflexión.
Esta mañana me levanté temprano y tras decidir que las musas en verano trabajan mejor de noche me fui a dar un largo paseo por el centro de Madrid.

miércoles, 22 de junio de 2011

Ayer terminé mi primera novela


  Ayer terminé mi primera novela.
  Un amigo me dijo que era apuntar la fecha y el momento exacto. Fue el martes 21 de junio de 2011 a las 2:47 de la madrugada.
  No fue el día en que escribí la última palabra que cierra la novela, pero si el momento en el que escribí la última que hacía falta para completarla, dos capítulos antes del fin.

jueves, 16 de junio de 2011

7 trucos para que vuelva tu inspiración


Hola de nuevo,
Llevo día y medio corto de inspiración, y a falta de no más de diez páginas para terminar mi primera novela, he tenido que auto imponerme un pequeño descanso.
Escribir un libro es una tarea creativa muy diferente a componer o arreglar una canción, aunque la comparación justa sería el trabajo que se realiza para un álbum entero. Aún así, hay ciertos aspectos compartidos, ejemplo, la necesidad de inspiración casi continua.

lunes, 6 de junio de 2011

El paradigma Orwelliano



Hoy me voy a salir de una de mis normas personales y escribiré acerca de la política. Algo espinoso en estos tiempos que corren de axfisiante corrección y pensamiento único, en los que el diálogo, pese a lo que pueda parecer, ya no existe, pues cualquier voz discordante es tachada como hereje.
Pero no lo voy a hacer de ningún partido, lo haré sobre la política, en general, como idea, como parte de nuestra sociedad.

martes, 24 de mayo de 2011

La llamada de la vocación


¡Alto! nada de sustos, no hablo de la vocación religiosa, me refiero a la vocación musical, a la mía en particular.
Hablaré de la mía por que es de la que entiendo, allá cada cual con la suya, y si esto os sirve, pues me alegro mucho, bienvenidos seáis.

Me ha costado varios años descubrir porqué decidí dejar la música, pero hoy por fin puedo decir que lo he averiguado.
Al principio, hace unos tres años, actué sin pensar y lo dejé de golpe. Finalicé dos compromisos que tenía pendientes y acepté un trabajo en una empresa alejado totalmente del mundo musical. Iba a dedicarme al marketing de unas pequeñas empresas dedicadas al comercio electrónico y la promoción y venta de productos puntuales por TV y radio.
Gracias (supongo) a mi entrega total a aquel trabajo, y a la buena disposición de mis superiores se formó un equipo que consiguió mucho éxito en relativamente poco tiempo, eso si, a costa de muchísimas horas de trabajo y estudio.
Mientras tanto sonaban por la radio mis últimos trabajos, en algunos medios se hablaba de ellos y de mi, pero yo todo aquello lo veía muy lejano y no le hice mucho caso.

lunes, 23 de mayo de 2011

La figura del triunfador



Muchas veces he hablado con mis amigos sobre la prudencia.
Desde pequeño, y tal vez influido por como me educaron, crecí siendo prudente. Cuando era adolescente se me grabó a fuego que incluso cuando no dices nada, corres el peligro de buscarte problemas, algo que aprendí bien, muchas veces a base de golpes.
También aprendí a no defenderme nunca de nada que yo no hubiese hecho.
Es algo así como el kung fu, siempre he pensado que si no te defiendes, al no aportar energía al mal rollo, este termina por disiparse.

Pero la vida es sabia, y sin que tu no lo sepas te prepara su lección a fuego lento, esperando que algún día la aprendas. A eso muchos le llaman Karma, otros ley de causa y efecto.
He conocido a mucha gente en mi vida que no ha sabido apreciar esta dinámica y que por lo tanto se resiste a aceptar las consecuencias de sus actos.
Su defensa siempre es la misma, se repliegan, reniegan de quienes le rodean, y crean a su alrededor un muro de justificaciones y reproches.

Estos tiempos que nos han tocado, sobre todo a quienes vivimos gran parte de nuestra vida “online”, son complicados.
Personajes, más que personas, fluyen en la corriente de la web, alzando sus voces aquí y allá, a veces anónimamente, a veces enmascarados tras una imagen virtual, a veces siendo ellos mismos, o al menos una versión de ellos mismos.
Todos sin excepción se construyen una personalidad virtual, un personaje con el que relacionarse y marcar su terreno. Unos, más que otros, descubren de pronto un filón: la popularidad.

La popularidad en la red usualmente tiene consecuencias nefastas para el ego de esa persona. Muchas veces leo aquí y allá mensajes de personas que muestran su frustración porque de pronto un día al despertar o al irse a la cama descubrieron que en realidad estaban viviendo una mentira, y que como tal, no les aportaba nada más que sufrimiento.

Yo les diría a estas personas que aprendan a disfrutar de las cosas simples de la vida. Que se levanten y miren por su ventana: hay un mundo enorme ahí fuera esperando ser descubierto.
Pero este mundo no va a venir a ti en una pantalla, ni a golpe de clic, vas a tener que salir y experimentarlo con el resto de tu ser.

El día que hagas tal cosa descubrirás que obligarte de esa manera a mantener el tipo frente a desconocidos no merece la pena, que tu también mereces tener tu rinconcito para crecer como persona, y que sobre todo, tienes derecho a equivocarte, rectificar y evolucionar lejos del cinismo que te auto impusiste por seguir la corriente.

Triunfar en la vida no es tener más amigos en Facebook, triunfar es irte de ella con una sonrisa en la cara, sabiendo que hiciste todo lo posible por ser feliz y hacer felices a los que te rodean.

jueves, 19 de mayo de 2011

Renovarse o morir


Lo que son las cosas, andaba yo tan contento y abstraído terminando mi novela cuando recibí un email del servidor donde tenía alojada mi antigua web avisándome que los 10 años de alquiler se terminaban, y que debía renovar.
Me lo pensé y decidí cambiar de servidor, el anterior se había quedado obsoleto, y era hora de un cambio, para así de paso aplicar parte de los conocimientos de diseño web que aprendí estos últimos años. Hace ya casi cuatro que decidí darle un respiro a mi carrera musical, y desde entonces estuve trabajando para terceros diseñando tiendas virtuales y soluciones web similares.
No es que vaya a matarme por hacer una especie de "portfolio", no, pues creo que ese tipo de despliegues ya no se lleva. Pero si he decidido hacer caso a mis amigos y dejaré lista, dedicándole el tiempo que pueda, una web lo más coherente y fiel a esa etapa de mi vida que se me ocurra.
Quienes me conocen saben que me cuesta horrores aceptar un halago sobre mi trabajo, soy extremadamente auto crítico, algo que más de un@ que lea esto entenderá que no es plato de gusto. Pero creo que es importante aprender a valorar los logros personales, por pequeños (o grandes) que sean, y por eso mismo mantendré esta web, es una manera de recordarme que todo el esfuerzo mereció la pena.
Nada más, solo agradecer que leáis esto.
Saludos!
Juan.