martes, 20 de septiembre de 2011

El Rencor


El otro día leí no se donde que un famoso escritor español dijo hace muchos años que en España no se podía alcanzar ningún tipo de excelencia sin quedar tocado por “el rencor”.



Que la envidia en España es deporte nacional, a parte de un tópico, no deja de ser un a triste verdad. De ella se alimenta el alma de muchos famosos programas de TV e innumerables medios de comunicación. No hay nada, tal y como me argumentaba un amigo ayer, como “sentir que puedes estar por encima de ellos” cuando ves esos programas.
Este mismo amigo me contaba, hablando sobre tal rencor, que cuando entras en un reality te dan unas premisas para tu estancia allí. “Si quieres aguantar hasta el final, se neutro, no te metas en polémicas ni en peleas”.
Yo, fascinado por tal revelación, le comenté que siempre me había sorprendido el éxito de ciertos personajes en el mundo de la música española. Personajes que, independientemente de su rentabilidad, siempre consiguen mantenerse a flote, por encima del bien y del mal. Mi amigo me dijo que el secreto era su falta de talento, que eso es lo que les hacía simpáticos a la gente. Por ende, el talento excesivo de otros artistas les ponía en el punto de mira del “Rencor”.
A mi me parece una generalización, pero algo me dice que no le falta razón.
¿Si ser neutro es el secreto para escapar del “rencor”, porqué los personajes polémicos escapan también a él?
“Seguramente porque cuando alguien se vuelve un extremista, carece de equilibrio, y eso le hace falible, por lo tanto imperfecto a los ojos de la gente”.
Yo, que sigo con mi duda, no me lo acabo de creer. Si fuese tan fácil…

Sigo pensando que somos unos depredadores. Hace dos o tres semanas leía unas declaraciones de un broker bursátil en las que presumía todo feliz de que “sin la especulación aún seguiríamos caminando a cuatro patas”. A mi tal declaración me parece un buen resumen de lo que sucede actualmente con la economía a nivel mundial.
Se ha alcanzado tal nivel de sofisticación a la hora de diseñar modelos de mercado virtuales que alguien debe haber dado con el modo de moldear los mercados a su gusto.
“A río revuelto, ganancia de pescadores”. Mientras unos se hunden, otros están haciendo inmensas fortunas, a costa de todo y de todos, sin importarles el futuro o la sostenibilidad, dejándonos a los demás a la espera de un Mesías o un cambio, que históricamente hemos aprendido que no llegará.
Seremos nosotros quienes tendremos que trabajar y aprender de nuevo que sin ideas, sin excelencia, no puede haber futuro con prosperidad.
Yo creo que el “rencor” verdaderamente malo, y el que ha producido esta situación caótica, es aquel que encumbra a la mediocridad, y relega el talento al olvido.
Debemos aceptar nuestro sitio, jugar con nuestras ventajas, pero permitir que quienes lo hacen mejor que nosotros nos ayuden a mejorar.
Aprender, eso es lo importante.

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