miércoles, 19 de octubre de 2016

Crítica: "Ouija - El Origen Del Mal" - Una de sustos para pasar un buen rato

Cartel de Ouija, el origen del mal


Mike Flanagan (1978 - Salem, Massachusetts, USA) es el director co-escritor y editor de esta eficaz precuela de Ouija (Stiles White - 2014). Se le nota oficio (ha dirigido y escrito y montado entre otras Oculus, Hush, Absentia y Before I Wake) y afición, prueba de ello son las pequeñas pistas y guiños que va dejando aquí y allá para los espectadores avezados a lo largo de la película, comenzando en los créditos.

El primer acto de la película rezuma sarcasmo y humor negro. Todo se desenvuelve con la soltura de quien conoce perfectamente el medio, y ha decidido pasarlo bien, construyendo un entretenimiento parecido por momentos a un parque de atracciones. La complicidad con el espectador funciona, arrancando risas y sustos de situaciones que no por clásicas o esperadas dejan de ser menos divertidas.

Fotograma de Ouija, el origen del mal

A medida que la película avanza hay un punto de inflexión que nos introduce en un segundo acto más oscuro. El humor va desapareciendo y aunque la intención sea inquietarnos, quedan algunos sustos por delante que provocarán todavía algunas risas nerviosas. Se agradece de nuevo el buen oficio en el montaje y la soltura a la hora de contar la historia, pero empiezan a cansar los sobresaltos auditivos. Menos mal que el director parece darse cuenta de ello y a medida que entramos en el tercer acto nos encontramos con dos o tres momentos en el que el silencio (por fin) tiene una pequeña oportunidad para inquietar.

jueves, 26 de mayo de 2016

Fabulosa (10th Anniversary Edition) - Juan Belmonte - Guía de escucha




Fabulosa fue una apuesta personal ciertamente arriesgada para la época, y que puse en marcha al poco de disolverse Pumpin’ Dolls en 2005.

Lo planifiqué originalmente como un proyecto de cuatro álbumes, cada uno dedicado a una estación del año, con el que plasmar mi visión de la electrónica tras poco más de 10 años de carrera, y desde uno de los motores de mi pasión por la música, la investigación e innovación sonora.

Lo vi como un viaje y una evolución, desde lo más básico a las texturas sonoras más sofisticadas, un viaje necesario para mi mismo tras ocho años dedicado casi exclusivamente a la música comercial.

Cada album comenzaría con un referente al pasado para ir avanzando hacia el presente, la interpretación de cada tema propuesta al oyente como juego entre los dos.

FAB-01 fue la primera parte, un album dedicado al otoño y consagrado al legado del sonido Farlight, los secuenciadores monofónicos y las bases rítmicas vintage. Además me puse como limitación escribirlo y producirlo en un mes, y usando tan solo mi portátil Mac. Una locura para la época, que por otro lado me ayudó a hacer la transición del hardware al software y adelantarme a mucho que estaba por llegar.