miércoles, 19 de octubre de 2016

Crítica: "Ouija - El Origen Del Mal" - Una de sustos para pasar un buen rato

Cartel de Ouija, el origen del mal


Mike Flanagan (1978 - Salem, Massachusetts, USA) es el director co-escritor y editor de esta eficaz precuela de Ouija (Stiles White - 2014). Se le nota oficio (ha dirigido y escrito y montado entre otras Oculus, Hush, Absentia y Before I Wake) y afición, prueba de ello son las pequeñas pistas y guiños que va dejando aquí y allá para los espectadores avezados a lo largo de la película, comenzando en los créditos.

El primer acto de la película rezuma sarcasmo y humor negro. Todo se desenvuelve con la soltura de quien conoce perfectamente el medio, y ha decidido pasarlo bien, construyendo un entretenimiento parecido por momentos a un parque de atracciones. La complicidad con el espectador funciona, arrancando risas y sustos de situaciones que no por clásicas o esperadas dejan de ser menos divertidas.

Fotograma de Ouija, el origen del mal

A medida que la película avanza hay un punto de inflexión que nos introduce en un segundo acto más oscuro. El humor va desapareciendo y aunque la intención sea inquietarnos, quedan algunos sustos por delante que provocarán todavía algunas risas nerviosas. Se agradece de nuevo el buen oficio en el montaje y la soltura a la hora de contar la historia, pero empiezan a cansar los sobresaltos auditivos. Menos mal que el director parece darse cuenta de ello y a medida que entramos en el tercer acto nos encontramos con dos o tres momentos en el que el silencio (por fin) tiene una pequeña oportunidad para inquietar.