miércoles, 11 de enero de 2012

Lupe - Un relato breve


Hoy quiero compartir con vosotros un relato breve que escribí hace un tiempo, espero que os guste. Empieza así:

Comida… que hambre tengo.
Sexo… me pica todo.
¿Donde estoy?
Todo es enorme, altas paredes blancas que se interrumpen aquí y allá por huecos desde donde sobresalen objetos y máquinas gigantescas.
Uno de los huecos tiene en medio una plancha de acero pulido. Me acerco cuidadosamente a mirar. Resulta fría al tacto, pero algo vibra en su interior y me pongo temblar. Me alejo un poco por si acaso.
Hay una rendija entre la plancha y la madera. Intento meterme a mirar en la holgura de la ranura pero es imposible, no consigo que se ensanche, debe pesar una tonelada.

Comida.
Sexo.
Atención… debo estar alerta.
No se que me pasa, soy incapaz de concentrarme en ningún objeto más allá de unos instantes. Algo me empuja a estar pendiente de todo lo que me rodea, es como si mis sentidos se hubiesen amplificado.
¿Me habrán drogado?
Lo último que recuerdo es una cegadora luz blanca. Después todo son secuencias sin sentido. Instantáneas que me sirven más como mapa que como explicación coherente.

Olor…
Mi sentido del olfato está acentuadísimo. Acabo de localizar algo en la otra esquina de la estancia. Voy corriendo hacia allí pero algo me golpea en la cabeza. Hay barrotes. Debe de ser algún tipo de jaula. Que suerte que todo sea tan grande, me puedo colar entre los barrotes.

Pan. Unas migas sueltas.
Que hambre tengo.
¿Cuánto tiempo llevo sin comer? No lo recuerdo. Solo se que alguien me dejó aquí. ¿Cómo era?
Enorme.
Es verdad, era algún tipo de gigante. Pero el recuerdo es confortable. Siento gratitud al recordarlo. Aunque recordar no es la palabra adecuada, pues no consigo formar ningún tipo de imagen en mi cabeza. Solo la sensación.

Alguien me llama
"¡Lupe! venga, ¡vamos a la calle!"
Y me escuché ladrar.

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